miércoles, 24 de febrero de 2010

miércoles, 17 de febrero de 2010

Muerte natural

Leo con espanto que:

V. L. N. sólo ha esperado durante 27 años su ejecución, para morir finalmente de muerte natural a los 94 años. ¿Qué plan tenemos hoy? Debió de preguntar cada día a su carcelero mientras iba perdiendo la vista, el oído y la razón.


El funcionario tenía orden de no hablar nunca con los condenados.






Una de mis lagartijas desmenuzada por la zarpa inclemente de un gato que no distingue, en la caza, lo real de lo ficticio.


martes, 9 de febrero de 2010

ROBLE ALCARREÑO


Tomado por sorpresa en pleno y añorado agosto. Las hojas de los robles tienen una silueta festiva, como manos de bailaoras de flamenco.
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POSICIÓN DE LAGARTIJA

Primero pierde su cola
Después finge estar muerta
Cuando nada de esto le sirve, ataca
Levanta orgullosa el cuerpo mutilado
Separa las garras
Abre la boca
Se convierte en un esperpento ante su depredador.

Jamás huye.
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amparo l p 2010

lunes, 1 de febrero de 2010

ME VOY UN MOMENTO Y SE MUERE SALINGER

No podía ser de otro modo. Mi relación con él siempre fue un poco retorcida. Voy a poner esta foto, aunque ya sé que tiene muchísimas otras mejores, pero yo prefiero esta:


Creo que ya hay por ahí una película sobre la vida del gran evadido, y empiezan a descubrirse las causas de su perenne mal humor (aparte de las genéticas): Chaplin le robó la novia. Esto puede parecer un cotilleo. Como dicen en la prensa, ver constantemente la imagen del tipo que se llevó a tu novia, y verla a ella a su lado, durante años, debe hacer polvo hasta los corazones más resistentes.
"Me gusta escribir. Amo escribrir. Pero escribo sólo para mí mismo y para mi propio placer", dijo.
Salinger oculto en su cabaña escribiendo para él solo, un cuento tras otro, resistiendo el frío de las palabras que nunca van a ser leídas más que por él mismo, que ya las conoce, y oyendo las risas de invisibles espías que parecen estar ocultos por todas partes. Síndrome del escritor paranoico. No es más, no ha sido más, que uno de los personajes de sus cuentos. En realidad, escribiéndolos, se vengaba de sí mismo.