domingo, 7 de marzo de 2010

Pistas

Leo un libro de psicología cotidiana; aprendo que, con cierto entrenamiento, es fácil descubrir cuándo alguien está mintiendo. Más que mirar, hay que escuchar. Al contrario de lo que se pensaba, el mentiroso (o la mentirosa) no mueve las manos ni evita la mirada del interlocutor. Tampoco parece estar especialmente inquieto durante la elaboración de su mentira. Simplemente habla de forma especial (no voy a decir cómo, je, je)
Según el autor, la inmensa mayoría de la gente dice unas dos mentiras importantes al día; y cuatro de cada cinco engaños son descubiertos.
Añado que muchas de estas mentiras, con el tiempo, uno llega a creérselas tanto como si fueran verdades de las buenas.

Mañana, lunes.

http://www.youtube.com/watch?v=omoH618fmgQ

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6 comentarios:

Julio Castelló dijo...

Das miedo... jajaja. Mentir(se) es fundamental para sobrevivir (a veces).

grande dijo...

yO sIeMprE dIgO la VERdAd

Amparo dijo...

sí Gran, eres un ejemploOO

Julio: jajaja. Muy necesario.

leo dijo...

Yo también creo que a veces la mentira es imprescindible para soportar la realidad. Que nuestros pobres egos no aguantarían saber la verdad de lo que el resto piensa de nosotros.
Pero lo cortés no quita lo valiente.
¿Qué libro es? ¿Merece la pena, en general?
Un saludín.

Filoabpuerto dijo...

Prefiero las "ficciones" a las mentiras, como imagino todos.

Con las ficciones disfrutamos, sobre todo si es buena literatura, las mentiras tren mal rollito, jeje

Saludillos

Merce

Beíta dijo...

A veces no se puede evitar... una vez al día no hace daño
jijiji
Muaks!