domingo, 13 de febrero de 2011

Llueve.
Vertical océano.
La cola del domingo se esconde bajo el musgo.

Acabo de terminar "Once maneras de sentirse solo", de Richard Yates.
También he leído "Helena o el mar del verano", de Julián Ayesta.
El primero es la prueba de que, sin necesidad de escribir bien, se pueden contar historias buenas. El segundo, de que escribiendo bien (aun haciéndolo mal a propósito) no importa que lo que se escriba no sea una historia.
Creo.
Los dos estupendos.
Quizá alguno de los cuentos de Yates me haya aburrido, pensándolo bien. Otros no; me han dejado comer en su mesa esos pobres solitarios que ni siquiera se pueden permitir la melancolía.
Ayesta deja el cuarto abierto frente al mar. Es arrollador.


Yo.

6 comentarios:

All over Baby Blue dijo...

¡qué chulo es el kimono! el bordado es precioso.

Leeré lo que recomiendas.

Leo dijo...

Le tengo muchas ganas al libro de Ayesta.
El otro me da pereza.
:-)

Anaís dijo...

"La cola del domingo se esconde bajo el musgo."

Qué verso alejandrino tan hermoso.

No he leído ninguno de los títulos que compartes. Me gusta tu forma de sintetizarlos, esas pinceladas tuyas sobre qué te ha aportado cada libro.

Tu fotografía es un brillante colofón.

rubén dijo...

Me encanta el ¿kimono? y el libro de Ayesta. El otro ns/nc.

Amparo dijo...

Gracias a los cuatro.
Es una camiseta.
Me gusta mucho el rojo.
Un abrazo

nès dijo...

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