sábado, 24 de diciembre de 2011

Desafío

El tiempo pone las cosas en su sitio.
La cuestión es si hay un sitio para cada cosa o cualquier cosa puede ocupar cualquier sitio.

Mucha suerte para este año que asoma su hocico.
Foto mía: Casa en la calle doctor Rafael de la Rica, Guadalajara

domingo, 18 de diciembre de 2011

martes, 6 de diciembre de 2011

Melancolía, la película.



Seguidamente, el japonés Hayakawa presentó un nuevo modelo de vivienda, concebido y elaborado en su país: Se trataba de un edificio de ochocientas plantas, con una maternidad, casa cuna, escuelas, tiendas, museos parque zoológio, teatro, cine y crematorio. El proyecto asignaba los locales subterráneos para las cenizas de los muertos, la televisión de cuatro canales, una sala para emborracharse y una clínica para la curación de los alcohólicos, otra sala parecida a un gimnasio para el ejercicio sexual colectivo (lo cual reflejaba las ideas progresistas de los autores del proyecto) y unas catacumbas destinadas a los grupos subculturales. Era ciertamente nueva la idea de que cada familia, diariamente, se mudara de piso, para lo cual el traslado habría de efectuarse según el movimiento del peón o del caballo en el ajedrez. Esto se hacía para evitar toda clase de hastío o de frustración; en cualquier caso, dicho edificio, de un volumen total de diecisiete kilómetros cúbicos, con sus cimientos en el fondo del océano y cuya superestructura subía hasta la estratosfera, tenía prevista, asimismo, su propia computadora matrimonial, una especie de casamentera electrónica basada en el sadomasoquismo (pues las parejas formadas por un sádico y una masoquista, o al revés, son, estadísticamente las más duraderas, por cuanto cada miembro suele encontrar en esa unión lo que ansía). El edificio estaba dotado, asimismo, de un centro de terapia contra el suicidio.
Stanislaw Lem: Congreso de futurología.

(Melancolía: me gustó la película, muchísimo la música, bastante los actores aunque su director me parece un bocazas)