domingo, 10 de marzo de 2013

Extragrande


Mujeres

(Tomada de El País)
Mujeres con sus libros de olor.
(En primera fila, de izquierda a derecha, Anaïs Nin, Jean Rhys, Katherine Mansfield y Flannery O´Connor. En segunda fila, Edith Wharton y Kate Chopin. /ILUSTRACIÓN DE FERNANDO VICENTE )

Una anotación reciente: lugar: Hospital general, rellano de una consulta especializada. Unos tipos muy trajeados hablan con unas tipas sobre lo que a ellas les gusta, ya se sabe dónde. Ellas, muy bien arregladas, insisten en que no, en que no es eso lo que les gusta. Ellos, en que sí: si lo sabrán ellos. Se ríen todos. Vuelven a la carga. Ellas subrayan lo que les gusta a ellos; ellos se echan las manos a la cabeza: no tenéis ni idea. Uno, con el pelo rubio, ondulado, espeso, propone que, ya que no pintan nada allí, se vayan a tomar una cerveza y lo discutan tranquilamente. 
Salen con su ruido de zapatos altos y nuevos, van al ascensor y desaparecen.
Los pacientes, pacientes, nos quedamos solos, en silencio, esperando.

(cualquier cosa puede ocurrir en cualquier lugar)

4 comentarios:

Amparo dijo...

Nada más lejos de mi intención que escribir sobre temática femenina, pero se ha dado así en el tiempo, la noticia anterior y ahora esto que había preparado para esta semana, pero ya me contengo.

Anaís dijo...

A mí lo que me repele son los estereotipos y, por ende, los comentarios estereotipados. Esa arrogancia masculina que ejemplificas en este caso: "Nosotros sabemos lo que os gusta a vosotras, no mintáis". Y viceversa: yo jamás me atrevería a afirmar lo que les gusta a ellos. Cuando eliminemos los estereotipos -y las divisiones-, evolucionaremos como seres humanos y como sociedad. Eso es crescere.

Abrazo dominical

Ikana dijo...

¿Y cómo sabrán ellos los que nos gusta a nosotras y cómo sabemos nosotras los que les gusta a ellos, si cada persona es un mundo distinto? O.o

Amparo dijo...

A mí me dejó inquieta la ligereza en medio de la sala de espera del Hospital. Lo demás es lo de siempre.