viernes, 11 de noviembre de 2016

42

No hay nadie
a quien enseñar estos poemas.
No llaméis a un amigo para ser testigo
de lo que tenéis que hacer solos.
Estas son mis cenizas.
No pretendo ahorraros ningún trabajo
quedandome callado.
Todavía no sois tan fuertes como yo.
Me creéis,
pero yo no os creo.
Esto es la guerra.
Estáis aquí para ser destruidos.

Leonard Cohen, La energía de los esclavos