lunes, 2 de abril de 2018

Mestre, poeta de los prodigios

Juan Carlos Mestre, premio Castilla y León de las Letras 2017
La poesía de Mestre no puede traducirse a palabras. Como en un bosque, de cada camino salen cien caminos y de cada rama brotan cien ramas. Hay un universo de soles y muchas madrigueras para tanto derroche de especies. No se termina nunca de atravesar su territorio porque tiene dimensiones infinitas.
Cualquiera de sus libros le contiene; ahora leo "La poesía ha caído en desgracia". De ahí es este fragmento:

EL ARCA DE LOS DONES

Mi alma es esa casa de madera que arrastra el vendaval.

A veces en la noche yo siento acercarse a un huésped invisible
y oigo girar su llave y escucho avanzar sus pasos.

Entonces la poesía, cada pluma arrancada a las alas de un ángel, es la semejanza de una casa en el aire, el portal luminoso, las ventanas abiertas, el que empuja la puerta y el que entra seguro y se acerca hasta el arca y reparte los dones.

Doy al amanecer, cuando la sangre de los delfines se derrama lentamente sobre el serrín de las cervecerías, un cuchillo blanco.

Al que bajo el hielo negro de la noche caminó conmigo y sufrió conmigo la dócil alianza del fracaso, dejo la herida.
...
(recomiendo seguir leyendo porque es excelente)



1 comentario:

Diego Clemén dijo...

Se trata de un poeta de verdad.
Saludos.